"QUE LA DESIGUALDAD EN LA CUNA NO SEA LA CUNA DE LAS DESIGUALDADES"

"QUE LA DESIGUALDAD EN LA CUNA NO SEA LA CUNA DE LAS DESIGUALDADES"
Pedro Soto

21.6.10

21 de junio, Día Internacional de la Educación No Sexista


¿Cuál es el objetivo de esta conmemoración? Busca reflexionar y realizar acciones en un ámbito tan cotidiano como es la escuela, sobre la igualdad de oportunidades y el desarrollo equitativo de potencialidades, habilidades y destrezas entre hombres y mujeres mediante la formación de niños, niñas y jóvenes para la vida adulta. Mostrando la igualdad de posibilidades en las relaciones y en una distribución más equitativa de tareas y responsabilidades públicas en el espacio doméstico.

El primer día internacional de la educación no sexista lo celebró, en Brasil, en 1989, un grupo de mujeres que recordó a la sociedad las inequidades impuestas a las mujeres por la cultura patriarcal que desde hace siglos se reproduce sistemáticamente. Desde entonces, la celebración de la fecha se ha ido extendiendo en América Latina y el Caribe, y se han multiplicado las iniciativas para promover el derecho de las mujeres a una educación democrática, libre de estereotipos, que no refuerce la discriminación femenina en el ámbito laboral, familiar y en los espacios de poder. La educación no sexista significa preparar a niñas y adolescentes para una independencia económica, a través de la formación y del empleo; y a los niños y a los adolescentes para que compartan y desarrollen sus conocimientos sobre el cuidado del hogar, los hijos e hijas y la administración del presupuesto familiar, lo que redundará en un comportamiento más igualitario, respetuoso y comprensivo entre hombres y mujeres, en las tareas prácticas y las responsabilidades de la vida cotidiana. Dentro de este contexto, resulta fundamental que el sistema educativo formal haga una evaluación a conciencia sobre los mecanismos que aún siguen vigentes y refuerzan la desigualdad de los géneros. Así como de la necesidad de atacar y erradicar los estereotipos, los prejuicios y las relaciones de poder que conllevan y protegen tales prejuicios en la organización escolar, en las materias y en los contenidos que enseñan los/as docentes y los libros y materiales que se usan, a fin de tomar conciencia acerca de los mismos y desarrollar las condiciones necesarias para eliminarlos.
La educación con perspectiva de género debe estar orientada a fortalecer el ejercicio de la ciudadanía en condiciones de equidad, que incluye la enseñanza de los derechos humanos y ciudadanos, así como los deberes y las responsabilidades de las personas. Si desde la infancia, niñas y niños aprenden el valor de la solidaridad, a respetar a los demás y a participar equitativamente en las distintas tareas que realizan, en el futuro podremos garantizar el disfrute de una mejor sociedad, que respete y garantice los derechos de las mujeres, basados en la igualdad y en la equidad como principios básicos de la convivencia humana. Sólo de esta manera se podrá educar para no discriminar.
Ya en 1851, la filósofa y feminista inglesa, Harriet Taylor Mill, sentenciaba que “la mujer no descollará por sus facultades intelectuales más que excepcionalmente, mientras no se le abra la posibilidad de cualquier carrera y mientras no se eduque tanto a ella como al hombre para sí mismos y para el mundo, no un sexo para el otro.”

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