18.11.10
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DEL SAHARA OCCIDENTAL
17-11-2010
En su programa de Veo 7, Pedro J. Ramírez entrevistó a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Sin su habitual sonrisa, que es prácticamente su único aval conocido para estar en el Gobierno de zapatero. Por R. Vilas.
Desde hablar de "millones de muertos" en Irak a decir una cosa y la contraria en apenas en un minuto. La ministra de Exteriores repitió los mismos argumentos de las últimas horas, pero en un ambiente menos confortable que la Cadena SER o el Senado. Y las pasó canutas.
R. Vilas
En su programa de Veo 7, Pedro J. Ramírez entrevistó a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Sin su habitual sonrisa, que es prácticamente su único aval conocido para estar en el Gobierno, se vio a una Jiménez crispada ante las dificultad que le supuso las repreguntas, ese práctica en peligro de extinción en la prensa española, que ponían en evidencia sus constantes contradicciones.
Jiménez basó su argumentación, la misma que viene repitiendo en las últimas horas, en que España "no tiene ninguna responsabilidad" sobre el Sahara, al tiempo que decía reafirmar el compromiso del gobierno con los saharauis. Cuando se le planteó si esta crisis podía tener un paralelismo con lo que supuso la guerra de Irak para el PP, la ministra perdió directamente el sentido del ridículo y dijo que no se podía comparar porque "esa guerra (la de Irak) fue mundial y provocó millones de muertos". Ante la risa general, tuvo que rectificar y decir que eran "miles".
Al preguntarle por qué no condenaban la represión y las violaciones de los Derechos Humanos, Trinidad Jiménez respondía que había que esperar a tener información oficial del Gobierno de Marruecos y de las organizaciones internacionales. Pero el recordarle Pedro J. que Human Right Watch –la misma organización que la ministra utiliza para negar que existan presos políticos en la Venezuela de Chávez– Jiménez ya sólo apeló al Gobierno marroquí y acabó reconociendo que la única versión que le vale al Gobierno es la de Mohamed VI, cuestión que había negado minutos antes.
Esperpéntica fue también su justificación para no acudir a la manifestación del pasado sábado en solidaridad con el pueblo saharaui. En primer lugar se escuda en que un Gobierno no debe ir a manifestaciones, pero al recordarle que son muchos los miembros de su Gobierno que lo han hecho, adujo que la manifestación era contra el Gobierno español y no era lógico que ella fuera. Ante la insistencia por su incoherencia, la ministra, de nuevo muy crispada, respondió que el problema era que se habían quemado banderas de Marruecos y que ella nunca iría a una manifestación contra un país en la que se quemen banderas del mismo. Ella que no se perdió ni una de las manifestaciones contra la guerra de Irak al grito de EEUU asesinos y con bastantes banderas de EEUU pasto de las llamas.
En este mismo tono transcurrió toda la entrevista: explicaciones peregrinas sobre la información que da o no da el CNI, circunloquios interminables para "apoyar" a la prensa española sin condenar la censura del gobierno marroquí y contradicciones constantes de una irritada Jiménez. Nada que ver con la sonriente Trini que lleva jamones a los líderes bolivarianos convalecientes.
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