Tramas de intriga, poder, sexo, encubrimiento, arrepentimiento y negaciones a las cuales, los católicos curiosos no terminan por comprender. El obispo John Magee encubrió a mucho más que pederastas, ¿Recuerdan su nombre en la trama de la misteriosa muerte de Juan Pablo I ? El fue el que lo "encontró" muerto, y tambien permitió que lo embalsamaran antes de realizar la respectiva autopsia. Creo que David Yallop tenía mucha razón....Que horror!
25.3.10
20.3.10
21 DE MARZO DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN
EL 21 es el día mundial del Síndrome de Down. La fecha no es casual, y es que mañana es el 21-3, que nos recuerda la triplicación del cromosoma 21, llamado comunmente Síndrome de Down (técnicamente no todas las personas con síndrome de Down tienen tres copias de dicho cromosoma, pero sí la mayoría).
DOWN ESPAÑA lanza la campaña "Podría ser tu vida" para el Día Mundial del Síndrome de Down, las principales cadenas de televisión nacionales y locales se han comprometido a emitir el anuncio al menos el 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down, no se pierda la campaña.
DOWN ESPAÑA lanza la campaña "Podría ser tu vida" para el Día Mundial del Síndrome de Down, las principales cadenas de televisión nacionales y locales se han comprometido a emitir el anuncio al menos el 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down, no se pierda la campaña.
18.3.10
16.3.10
La crisis, ¿qué debería hacerse?
Vicenç Navarro
Mi maestro Gunnar Myrdal solía decir que antes de tomar medidas macroeconómicas es aconsejable ser escéptico de lo que la sabiduría convencional en un país aconseja hacer, y nunca aceptarla sin más. Frecuentemente –me decía-, la sabiduría convencional está equivocada. Y la situación actual es un ejemplo de ello. Hoy, las autoridades financieras y económicas de la Unión Europea (desde el Banco Central Europeo al Consejo Europeo y a la Comisión Europea) y las autoridades económicas del gobierno español y del mayor partido de la oposición (así como del Banco de España, de la patronal y de la mayoría de los medios de información y persuasión del país) han alcanzado un consenso en cuanto a las líneas generales de lo que el estado español debería hacer para salir de la crisis. Ni que decir tiene que hay diferencias significativas entre los partidos con representatividad parlamentaria, así como entre el gobierno español (cuyas últimas propuestas tienen elementos positivos y otros muy positivos, pero también elementos bastante negativos y otros claramente insuficientes) y el partido de la oposición (cuyas propuestas incluyen una serie de medidas sumamente negativas). Diferencias, pues, existen. Pero, en cambio, tanto el gobierno como el partido conservador coinciden en lo que constituye la sabiduría convencional delestablishment de la UE. Todos ellos indican que hay que reducir el déficit y la deuda pública que –según ellos- están impidiendo la recuperación económica. El problema con esta sabiduría convencional es que está profundamente equivocada. Y además es fácil demostrarlo. Veamos los datos.
El mayor problema que tiene la economía española no es ni el déficit ni la deuda pública; es el elevado desempleo. Lo mismo en cuanto a la Unión Europea, aún cuando el problema en España es incluso mayor, pues el desempleo es muy superior en nuestro país. Creerse que bajando el déficit y la deuda van a reducir el desempleo es no entender cuál ha sido la causa del enorme crecimiento del desempleo. No es el déficit el que ha creado el elevado desempleo sino al revés, es el desempleo (y especialmente la ralentización del crecimiento económico que han determinado el crecimiento del desempleo) el que creó el elevado déficit. En realidad, más de la mitad del crecimiento del déficit en la mayoría de países de la Unión Europea se debe a la bajada de ingresos al estado, consecuencia del descenso de la actividad económica (ver mi artículo “Los errores de las políticas liberales” Público 25.02.10). No hay, pues, una relación causal que explique el desempleo como consecuencia del aumento del déficit y de la deuda pública. Bajar el déficit, y la deuda, no disminuirá el desempleo. Creerse lo contrario es estar todavía imbuido de la religión liberal que impregna la sabiduría convencional. Y hablo de religión porque se reproduce a base de fe en lugar de evidencia científica.
En realidad, al disminuir el déficit crecerá el desempleo, empeorando todavía más el problema. Esto es lo que le pasó al Presidente Roosevelt en el año 1937, cuando al creerse que estaba ya remontando la economía, saliendo de la Gran Depresión (consecuencia del gran gasto público), redujo el déficit recortando el gasto público. La reducción tuvo un impacto inmediato: el desempleo creció de nuevo (ver mi artículo “Roosevelt versus Obama”. Sistema, 24.07.09). Y esto es lo que ocurrirá en la UE y en España. La reducción del déficit retrasará su recuperación económica. No hay vuelta de hoja. La evidencia histórica es clara. Aquellos que dicen que ayudará a que el desempleo baje tienen que explicar cuál es el mecanismo por el que la bajada de déficit llevará a una mayor ocupación.
La causa mayor del desempleo en la UE y en España es el desarrollo de las políticas liberales, que ha reducido la capacidad adquisitiva de las clases populares, que suplieron (a fin de sostener su estándar de vida) endeudándose. El colapso del mercado de crédito creó un enorme problema, cuyas consecuencias son el enorme desempleo. Pero, por otra arte, el enorme enriquecimiento de las rentas superiores no significó un aumento en inversiones productivas, sino en actividades especulativas que crearon una falsa riqueza. El centro de tales actividades fue el complejo bancario-inmobiliario, enormemente especulativo, causante de la burbuja inmobiliaria que, al romperse (pues estaba basada en una riqueza artificial, no real), colapsó el mercado crediticio, causa del problema económico cuya consecuencia es el enorme desempleo.
Los datos están ahí, y son fáciles de ver, a pesar del esfuerzo liberal, que trabaja en los medios liberales 48 horas al día, para indicar que el problema lo ha creado el estado “que gasta demasiado”, un gasto exuberante, que como decía el gurú de los liberales, Sala i Martín, necesita ser disciplinado por los mercados financieros (La Vanguardia. 17.02.10). Los que debieran estar más disciplinados y más regulados no eran los estados, sino los mercados, medidas a las que los liberales se opusieron.
La falta de demanda por parte del sector privado requiere que sea el sector público el que gaste, invierta y cree empleo. En realidad, el mejor indicador de que la explicación que dan los liberales es errónea (atribuyendo la crisis a la exuberancia y gasto excesivo de los estados del Sur de Europa) es que tales estados son los que tienen el gasto público por habitante más bajo de la UE. ¿Dónde está la exuberancia pública? En realidad, como reconocía en un momento de candor el mismo Sala i Martín, lo que los liberales están haciendo es tomar como excusa la necesidad de salvar el euro para reducir todavía más al Estado. Tal autor escribió que “la excusa de que Europa lo requería fue muy útil para hacer las reformas” (La Vanguardia. 17.02.10) que naturalmente eran las reformas liberales. En realidad, la deuda pública española, tanto la existente ahora como la que se prevé en diez años, será menor que la del promedio de la UE (y mucho menor que en EEUU, Gran Bretaña y Japón). ¿Dónde está, pues, el problema?
Gasto público social como parte de la solución
Lo que debería hacerse es aumentar significativamente el gasto público en inversiones que creen empleo, siendo una de ellas en los servicios del estado del bienestar tales como sanidad, servicios sociales, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, vivienda social y educación, entre otros, sectores que tienen menos empleo público que el promedio de los países de la UE-15 (España 13.35% de la población activa, UE-15 17.34% de la población activa, en 2006). Existe un enorme déficit de empleo público social en España, del cual las élites políticas, mediáticas y económicas del país no son plenamente conscientes, al no utilizar los servicios públicos. Por cierto, gasto público social no es sólo pensiones y gastos en cobertura de desempleo. Cuando el gobierno Zapatero indica que sus políticas mantienen el gasto social, ignora que el gasto público social incluye no sólo las transferencias (seguro de desempleo), sino también los servicios públicos del estado del bienestar, que están siendo recortados al reducirse las aportaciones del gobierno central a las CCAA, que son las que gestionan tales servicios. No es cierto, pues, que el gasto social no se esté reduciendo. Se está reduciendo, y mucho. Y ello es negativo, no sólo para la calidad de vida de las clases populares (que son las que utilizan tales servicios), sino también para que se produzca el crecimiento económico y la creación de empleo.
Tal expansión del gasto público debiera hacerse mediante un aumento de los impuestos directos, aumentando la progresividad fiscal. El incremento de los impuestos de los sectores pudientes de la población (que ahorran más que consumen), con inversión de los fondos así recaudados en las clases populares (que consumen más que ahorran), es no sólo un elemento de equidad, sino también de eficiencia económica. Creerse que la mejor manera de estimular la economía –como los liberales sostienen- es bajar los impuestos, es desconocer la enorme evidencia que muestra lo errónea que es esta suposición. Bajar los impuestos ahora significaría para las rentas superiores un aumento del ahorro (que es precisamente lo que no queremos) y para las rentas medias e inferiores, una reducción de sus deudas, pues utilizarían el dinero –resultado de la reducción de sus impuestos- para pagar sus deudas. En ningún caso aumentaría significativamente el consumo, que es precisamente lo que se necesita, pronto y rápido. La economía necesita un crecimiento rápido de la demanda, lo cual se consigue mediante el gasto público orientado hacia las clases populares –creando empleo-, que son las que consumen más y ahorran menos.
Un gobierno socialdemócrata debería ser sensible a este cambio de rumbo, pues la continuación de sus políticas de apaciguamiento de los mercados especulativos, reduciendo el gasto público es, además de erróneo, políticamente suicida: le significará un elevado coste político que el país no puede permitirse. La victoria del mayor partido de la oposición significaría el retroceso más grande que hayamos visto, no sólo en la dimensión social sino también en la económica. Sus políticas dañarían enormemente la calidad de vida de las clases populares. La evidencia de ello es abrumadora. El país no puede aguantar una victoria del PP. Pero el gobierno ha estado facilitando esta victoria, olvidando qué pasó con la socialdemocracia alemana cuando llevó a cabo las reformas liberales que ahora propone el gobierno español. Aquel partido pasó de ser el mayor partido socialdemócrata europeo a ser un partido cuyo estado minoritario compite con otros tres partidos. España necesita un gobierno auténticamente socialdemócrata, aliado con los partidos que están a su izquierda, que deberían tener mayor peso político, y a los que hoy se les niega por un sistema electoral que les perjudica. Pero, por la vía que se sigue, nunca se llegará a ello.
Mi maestro Gunnar Myrdal solía decir que antes de tomar medidas macroeconómicas es aconsejable ser escéptico de lo que la sabiduría convencional en un país aconseja hacer, y nunca aceptarla sin más. Frecuentemente –me decía-, la sabiduría convencional está equivocada. Y la situación actual es un ejemplo de ello. Hoy, las autoridades financieras y económicas de la Unión Europea (desde el Banco Central Europeo al Consejo Europeo y a la Comisión Europea) y las autoridades económicas del gobierno español y del mayor partido de la oposición (así como del Banco de España, de la patronal y de la mayoría de los medios de información y persuasión del país) han alcanzado un consenso en cuanto a las líneas generales de lo que el estado español debería hacer para salir de la crisis. Ni que decir tiene que hay diferencias significativas entre los partidos con representatividad parlamentaria, así como entre el gobierno español (cuyas últimas propuestas tienen elementos positivos y otros muy positivos, pero también elementos bastante negativos y otros claramente insuficientes) y el partido de la oposición (cuyas propuestas incluyen una serie de medidas sumamente negativas). Diferencias, pues, existen. Pero, en cambio, tanto el gobierno como el partido conservador coinciden en lo que constituye la sabiduría convencional delestablishment de la UE. Todos ellos indican que hay que reducir el déficit y la deuda pública que –según ellos- están impidiendo la recuperación económica. El problema con esta sabiduría convencional es que está profundamente equivocada. Y además es fácil demostrarlo. Veamos los datos.
El mayor problema que tiene la economía española no es ni el déficit ni la deuda pública; es el elevado desempleo. Lo mismo en cuanto a la Unión Europea, aún cuando el problema en España es incluso mayor, pues el desempleo es muy superior en nuestro país. Creerse que bajando el déficit y la deuda van a reducir el desempleo es no entender cuál ha sido la causa del enorme crecimiento del desempleo. No es el déficit el que ha creado el elevado desempleo sino al revés, es el desempleo (y especialmente la ralentización del crecimiento económico que han determinado el crecimiento del desempleo) el que creó el elevado déficit. En realidad, más de la mitad del crecimiento del déficit en la mayoría de países de la Unión Europea se debe a la bajada de ingresos al estado, consecuencia del descenso de la actividad económica (ver mi artículo “Los errores de las políticas liberales” Público 25.02.10). No hay, pues, una relación causal que explique el desempleo como consecuencia del aumento del déficit y de la deuda pública. Bajar el déficit, y la deuda, no disminuirá el desempleo. Creerse lo contrario es estar todavía imbuido de la religión liberal que impregna la sabiduría convencional. Y hablo de religión porque se reproduce a base de fe en lugar de evidencia científica.
En realidad, al disminuir el déficit crecerá el desempleo, empeorando todavía más el problema. Esto es lo que le pasó al Presidente Roosevelt en el año 1937, cuando al creerse que estaba ya remontando la economía, saliendo de la Gran Depresión (consecuencia del gran gasto público), redujo el déficit recortando el gasto público. La reducción tuvo un impacto inmediato: el desempleo creció de nuevo (ver mi artículo “Roosevelt versus Obama”. Sistema, 24.07.09). Y esto es lo que ocurrirá en la UE y en España. La reducción del déficit retrasará su recuperación económica. No hay vuelta de hoja. La evidencia histórica es clara. Aquellos que dicen que ayudará a que el desempleo baje tienen que explicar cuál es el mecanismo por el que la bajada de déficit llevará a una mayor ocupación.
La causa mayor del desempleo en la UE y en España es el desarrollo de las políticas liberales, que ha reducido la capacidad adquisitiva de las clases populares, que suplieron (a fin de sostener su estándar de vida) endeudándose. El colapso del mercado de crédito creó un enorme problema, cuyas consecuencias son el enorme desempleo. Pero, por otra arte, el enorme enriquecimiento de las rentas superiores no significó un aumento en inversiones productivas, sino en actividades especulativas que crearon una falsa riqueza. El centro de tales actividades fue el complejo bancario-inmobiliario, enormemente especulativo, causante de la burbuja inmobiliaria que, al romperse (pues estaba basada en una riqueza artificial, no real), colapsó el mercado crediticio, causa del problema económico cuya consecuencia es el enorme desempleo.
Los datos están ahí, y son fáciles de ver, a pesar del esfuerzo liberal, que trabaja en los medios liberales 48 horas al día, para indicar que el problema lo ha creado el estado “que gasta demasiado”, un gasto exuberante, que como decía el gurú de los liberales, Sala i Martín, necesita ser disciplinado por los mercados financieros (La Vanguardia. 17.02.10). Los que debieran estar más disciplinados y más regulados no eran los estados, sino los mercados, medidas a las que los liberales se opusieron.
La falta de demanda por parte del sector privado requiere que sea el sector público el que gaste, invierta y cree empleo. En realidad, el mejor indicador de que la explicación que dan los liberales es errónea (atribuyendo la crisis a la exuberancia y gasto excesivo de los estados del Sur de Europa) es que tales estados son los que tienen el gasto público por habitante más bajo de la UE. ¿Dónde está la exuberancia pública? En realidad, como reconocía en un momento de candor el mismo Sala i Martín, lo que los liberales están haciendo es tomar como excusa la necesidad de salvar el euro para reducir todavía más al Estado. Tal autor escribió que “la excusa de que Europa lo requería fue muy útil para hacer las reformas” (La Vanguardia. 17.02.10) que naturalmente eran las reformas liberales. En realidad, la deuda pública española, tanto la existente ahora como la que se prevé en diez años, será menor que la del promedio de la UE (y mucho menor que en EEUU, Gran Bretaña y Japón). ¿Dónde está, pues, el problema?
Gasto público social como parte de la solución
Lo que debería hacerse es aumentar significativamente el gasto público en inversiones que creen empleo, siendo una de ellas en los servicios del estado del bienestar tales como sanidad, servicios sociales, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, vivienda social y educación, entre otros, sectores que tienen menos empleo público que el promedio de los países de la UE-15 (España 13.35% de la población activa, UE-15 17.34% de la población activa, en 2006). Existe un enorme déficit de empleo público social en España, del cual las élites políticas, mediáticas y económicas del país no son plenamente conscientes, al no utilizar los servicios públicos. Por cierto, gasto público social no es sólo pensiones y gastos en cobertura de desempleo. Cuando el gobierno Zapatero indica que sus políticas mantienen el gasto social, ignora que el gasto público social incluye no sólo las transferencias (seguro de desempleo), sino también los servicios públicos del estado del bienestar, que están siendo recortados al reducirse las aportaciones del gobierno central a las CCAA, que son las que gestionan tales servicios. No es cierto, pues, que el gasto social no se esté reduciendo. Se está reduciendo, y mucho. Y ello es negativo, no sólo para la calidad de vida de las clases populares (que son las que utilizan tales servicios), sino también para que se produzca el crecimiento económico y la creación de empleo.
Tal expansión del gasto público debiera hacerse mediante un aumento de los impuestos directos, aumentando la progresividad fiscal. El incremento de los impuestos de los sectores pudientes de la población (que ahorran más que consumen), con inversión de los fondos así recaudados en las clases populares (que consumen más que ahorran), es no sólo un elemento de equidad, sino también de eficiencia económica. Creerse que la mejor manera de estimular la economía –como los liberales sostienen- es bajar los impuestos, es desconocer la enorme evidencia que muestra lo errónea que es esta suposición. Bajar los impuestos ahora significaría para las rentas superiores un aumento del ahorro (que es precisamente lo que no queremos) y para las rentas medias e inferiores, una reducción de sus deudas, pues utilizarían el dinero –resultado de la reducción de sus impuestos- para pagar sus deudas. En ningún caso aumentaría significativamente el consumo, que es precisamente lo que se necesita, pronto y rápido. La economía necesita un crecimiento rápido de la demanda, lo cual se consigue mediante el gasto público orientado hacia las clases populares –creando empleo-, que son las que consumen más y ahorran menos.
Un gobierno socialdemócrata debería ser sensible a este cambio de rumbo, pues la continuación de sus políticas de apaciguamiento de los mercados especulativos, reduciendo el gasto público es, además de erróneo, políticamente suicida: le significará un elevado coste político que el país no puede permitirse. La victoria del mayor partido de la oposición significaría el retroceso más grande que hayamos visto, no sólo en la dimensión social sino también en la económica. Sus políticas dañarían enormemente la calidad de vida de las clases populares. La evidencia de ello es abrumadora. El país no puede aguantar una victoria del PP. Pero el gobierno ha estado facilitando esta victoria, olvidando qué pasó con la socialdemocracia alemana cuando llevó a cabo las reformas liberales que ahora propone el gobierno español. Aquel partido pasó de ser el mayor partido socialdemócrata europeo a ser un partido cuyo estado minoritario compite con otros tres partidos. España necesita un gobierno auténticamente socialdemócrata, aliado con los partidos que están a su izquierda, que deberían tener mayor peso político, y a los que hoy se les niega por un sistema electoral que les perjudica. Pero, por la vía que se sigue, nunca se llegará a ello.
15.3.10
eljueves.
Sin agua, sin luz, sin calefacción. Muchas gracias. Endesa decide condonar el recibo de la luz de este mes a los ciudadanos de Girona con una original campaña de autoflagelación
5 días después del temporal de nieve que sufrió Cataluña el lunes pasado 60.000 vecinos de Girona siguen sin luz. Endesa la compañía responsable de pasar a cobro los recibos y, de tanto en tanto, proveerles de luz dice que hay que tomárselo con calma, que el problema fue el viento que tiró un buen montón de torres eléctricas y que eso no se reconstruye en cuatro días. Y es que en Endesa no son amigos de hacer chapuzas y quieren reparar las líneas como es debido. ¡Qué buenas personas!
La nieve ya se fue de Girona y la luz, de momento, también.
5 días después del temporal de nieve que sufrió Cataluña el lunes pasado 60.000 vecinos de Girona siguen sin luz. Endesa la compañía responsable de pasar a cobro los recibos y, de tanto en tanto, proveerles de luz dice que hay que tomárselo con calma, que el problema fue el viento que tiró un buen montón de torres eléctricas y que eso no se reconstruye en cuatro días. Y es que en Endesa no son amigos de hacer chapuzas y quieren reparar las líneas como es debido. ¡Qué buenas personas!
La nieve ya se fue de Girona y la luz, de momento, también.
14.3.10
Mandel, la inflación y algunas ideas de Keynes y Marx
José A. Tapia Granados • • • • •
07/03/10
En Sin Permiso (28/02/10 , http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3140) ha aparecido recientemente una versión en castellano de un texto de Mandel sobre “Déficit presupuestario e internacionalización del capital en la teoría marxista”. El artículo, publicado originalmente hace ya casi veinte años, en 1992, tiene muchos aspectos de interés y de gran actualidad, como señala la introducción al mismo. En estos tiempos en los que parecería por lo que sugieren algunos que el principal peligro para los puestos de trabajo de los trabajadores de occidente son los trabajadores chinos o hindúes que trabajan por salarios de miseria en sus países, o los trabajadores inmigrantes que a menudo han de aceptar los trabajos ilegales, con salarios incluso por debajo del mínimo, es especialmente importante enfatizar la solidaridad internacional de los trabajadores, como hace Mandel. Solo cuando los trabajadores en particular y la humanidad en general asumamos plenamente que hemos de defender los intereses comunes y no las falsas divisiones que nos separan podrá la especie humana dar un paso adelante hacia un mundo más solidario, más justo y más sostenible.
Algunas afirmaciones que contiene el artículo de Mandel me parecen sin embargo cuestionables. Afirma por ejemplo que para que el déficit presupuestario no genere inflación antes de que se alcance el pleno empleo es necesario que los impuestos directos aumenten en la misma proporción que las rentas. Pero eso parece desmentido por la realidad empírica de las últimas tres décadas. Desde la época de Reagan e incluso desde antes, los impuestos directos en EE.UU. en general disminuyeron, mientras que “las rentas” en general aumentaron y la inflación ha sido muy pequeña, casi nula si se usan estándares históricos.
Ignoro qué término usaría Mandel en su original (que probablemente fue escrito en francés), pero el término “rentas” en castellano es muy ambiguo y a mi juicio debería evitarse usarlo en contextos económicos sin explicitar claramente a qué se refiere, ya que puede indicar muy distintas cosas. Unas veces “rentas” alude a ingresos en general (como parece ser el significado en este contexto, equivalente al significado deincome o revenue en inglés), pero otras veces alude a flujos de ingreso derivados del pago por el uso de determinados bienes físicos (tierras, edificios, máquinas, lo que en inglés se indica con la palabra rent) o de los pagos de intereses por la posesión de activos financieros, sean bonos del tesoro, dinero a plazo fijo, u otros activos financieros. Los “rentistas”, tan a menudo aludidos por Keynes y sus seguidores, serían quienes viven de ese tipo de rentas.
Por otra parte, según el artículo, Keynes admitía con cierto cinismo que los asalariados «serían más sensibles» a una reducción de los salarios nominales y de las prestaciones de la seguridad social que a una reducción efectiva de los salarios reales netos, acompañada de una subida de los salarios nominales. En este caso la traducción del texto de Mandel probablemente se entendería mejor si dijera que los asalariados serían no más sensibles sino “más reacios” a la primera opción que se da, a saber, un recorte de salarios reales conseguido mediante recorte de salarios nominales con precios estables. La segunda opción, que Keynes sugiere como más “tragadera” por los asalariados (de ahí el cinismo al que alude Mandel) sería un recorte de salarios reales conseguido mediante aumentos de salarios nominales combinados con aumentos proporcionalmente mayores de los precios.
Una confusión importante que parece sugerir Mandel mismo es la frase donde dice: «Pero ¿el crecimiento de las rentas de los capitalistas no estimula las inversiones y, por lo tanto, el empleo? Esta es la tesis de los defensores de la recuperación a través de las "políticas de oferta", adversarios de Keynes en los años treinta y que han tenido una gran influencia sobre Reagan y la Sra. Thatcher.»
¿Qué quiere decir esto? Lo que parece cuestionar aquí Mandel es que el aumento de las ganancias (“rentas de los capitalistas”) aumenta las inversiones y por tanto el empleo, idea que sería propia no solo de los adversarios de Keynes, sino de los Reagan y Thatcher. Lo interesante es, sin embargo, que esta idea que al parecer se atribuye a la reacción, es precisamente una idea clave de Marx. Marx ve en la ganancia el estímulo principal, el acicate que estimula la acumulación, o sea, las inversiones. Y como las inversiones son las que crean puestos de trabajo, que se mantengan (y se incrementen incluso) las ganancias del capital es fundamental para que se creen puestos de trabajo. Marx explicó muy bien todo eso en varias partes de su obra, especialmente al ocuparse del proceso de acumulación del capital (en el capítulo 25 del tomo I de El Capital).
Las consecuencias de eso para la política sindical son peliagudas, porque indudablemente la lucha de los asalariados por mejores condiciones de trabajo recorta las ganancias del capital y en alguna medida crea condiciones para el aumento del desempleo. En épocas de crisis económica cuando el desempleo se generaliza, la alternativa es, o agachar la cabeza y aceptar una mayor explotación, lo que podría facilitar quizá la recuperación económica, o luchar por mantener los salarios y las conquistas sociales, lo que probablemente prolongará la crisis. Si se parte de una visión en la que lo que prima es la lucha contra el sistema de explotación, se optará por lo segundo. Lo que no se puede hacer es promover a la vez los intereses de los asalariados y los intereses del sistema.
Lamentablemente, desde época inmemorial los sindicatos en general han negado esa realidad mediante una visión subconsumista de las crisis económicas. En la perspectiva subconsumista, que Keynes heredó de Malthus, y que tan frecuente es entre “gente de izquierda”, la falta de poder adquisitivo de “los consumidores” reduce la demanda efectiva y es la causa de que acabe la expansión y comience la recesión. Reclamar aumentos salariales que van a favor de los intereses de clase, sería así también apropiado como política para resolver la crisis. Lo que es bueno para los trabajadores, mejores salarios, sería también bueno para el sistema, que se recuperará antes de la crisis. Esa visión que es propia de Keynes y de la socialdemocracia europea, y quizá también, en algún aspecto, del jóven Marx que escribió el Manifiesto comunista con Engels, no es la del Marx economista “rojo” que escribió El capital, donde la rentabilidad empresarial (o sea, las “rentas del capital”) es el principal determinante de la inversión, que es a su vez el principal determinante del estado de expansión o contracción del sistema.
En un pasaje a menudo citado del tomo II de El capital (capítulo 20, cito en la traducción de W. Roces), Marx afirma que el hecho de que las mercancías queden invendibles durante las crisis:
“… quiere decir sencillamente que no se encuentran compradores o, lo que tanto vale, consumidores solventes para ellas (lo mismo si las mercancías se destinan en última instancia al consumo productivo que si se destinan al consumo individual). Y si se pretende dar a esta perogrullada una apariencia de razonamiento profundo, diciendo que la clase obrera percibe una parte demasiado pequeña de su propio producto y que este mal puede remediarse concediéndole una parte mayor, es decir, haciendo que aumenten sus salarios, cabe observar que las crisis van precedidas siempre, precisamente, de un período de subida general de los salarios, en que la clase obrera obtiene realmente una mayor participación en la parte del producto anual destinada al consumo. En rigor, según los caballeros del santo y “sencillo” (!) sentido común, estos períodos parece que debieran, por el contrario, alejar la crisis. Esto quiero decir, pues, que la producción capitalista implica condiciones independientes de la buena o la mala voluntad de los hombres, que sólo dejan un margen momentáneo a aquella prosperidad relativa de la clase obrera, que es siempre, además, un pájaro agorero de la crisis.”
Lamentablemente, durante la segunda mitad del siglo XX la (con)fusión del keynesianismo con las ideas de Marx fue muy frecuente, alimentada en buena parte por los trabajos de Baran y Sweezy. Y dado lo complicadas que son las cuestiones económicas y lo arduos que son los textos económicos de Marx y Keynes, no parece que esa confusión vaya a resolverse a corto plazo.
José A. Tapia Granados es investigador en el Institute for Social Research de la Universidad de Michigan, Ann Arbor.
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www.sinpermiso.info, 7 marzo 2010
07/03/10
En Sin Permiso (28/02/10 , http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3140) ha aparecido recientemente una versión en castellano de un texto de Mandel sobre “Déficit presupuestario e internacionalización del capital en la teoría marxista”. El artículo, publicado originalmente hace ya casi veinte años, en 1992, tiene muchos aspectos de interés y de gran actualidad, como señala la introducción al mismo. En estos tiempos en los que parecería por lo que sugieren algunos que el principal peligro para los puestos de trabajo de los trabajadores de occidente son los trabajadores chinos o hindúes que trabajan por salarios de miseria en sus países, o los trabajadores inmigrantes que a menudo han de aceptar los trabajos ilegales, con salarios incluso por debajo del mínimo, es especialmente importante enfatizar la solidaridad internacional de los trabajadores, como hace Mandel. Solo cuando los trabajadores en particular y la humanidad en general asumamos plenamente que hemos de defender los intereses comunes y no las falsas divisiones que nos separan podrá la especie humana dar un paso adelante hacia un mundo más solidario, más justo y más sostenible.
Algunas afirmaciones que contiene el artículo de Mandel me parecen sin embargo cuestionables. Afirma por ejemplo que para que el déficit presupuestario no genere inflación antes de que se alcance el pleno empleo es necesario que los impuestos directos aumenten en la misma proporción que las rentas. Pero eso parece desmentido por la realidad empírica de las últimas tres décadas. Desde la época de Reagan e incluso desde antes, los impuestos directos en EE.UU. en general disminuyeron, mientras que “las rentas” en general aumentaron y la inflación ha sido muy pequeña, casi nula si se usan estándares históricos.
Ignoro qué término usaría Mandel en su original (que probablemente fue escrito en francés), pero el término “rentas” en castellano es muy ambiguo y a mi juicio debería evitarse usarlo en contextos económicos sin explicitar claramente a qué se refiere, ya que puede indicar muy distintas cosas. Unas veces “rentas” alude a ingresos en general (como parece ser el significado en este contexto, equivalente al significado deincome o revenue en inglés), pero otras veces alude a flujos de ingreso derivados del pago por el uso de determinados bienes físicos (tierras, edificios, máquinas, lo que en inglés se indica con la palabra rent) o de los pagos de intereses por la posesión de activos financieros, sean bonos del tesoro, dinero a plazo fijo, u otros activos financieros. Los “rentistas”, tan a menudo aludidos por Keynes y sus seguidores, serían quienes viven de ese tipo de rentas.
Por otra parte, según el artículo, Keynes admitía con cierto cinismo que los asalariados «serían más sensibles» a una reducción de los salarios nominales y de las prestaciones de la seguridad social que a una reducción efectiva de los salarios reales netos, acompañada de una subida de los salarios nominales. En este caso la traducción del texto de Mandel probablemente se entendería mejor si dijera que los asalariados serían no más sensibles sino “más reacios” a la primera opción que se da, a saber, un recorte de salarios reales conseguido mediante recorte de salarios nominales con precios estables. La segunda opción, que Keynes sugiere como más “tragadera” por los asalariados (de ahí el cinismo al que alude Mandel) sería un recorte de salarios reales conseguido mediante aumentos de salarios nominales combinados con aumentos proporcionalmente mayores de los precios.
Una confusión importante que parece sugerir Mandel mismo es la frase donde dice: «Pero ¿el crecimiento de las rentas de los capitalistas no estimula las inversiones y, por lo tanto, el empleo? Esta es la tesis de los defensores de la recuperación a través de las "políticas de oferta", adversarios de Keynes en los años treinta y que han tenido una gran influencia sobre Reagan y la Sra. Thatcher.»
¿Qué quiere decir esto? Lo que parece cuestionar aquí Mandel es que el aumento de las ganancias (“rentas de los capitalistas”) aumenta las inversiones y por tanto el empleo, idea que sería propia no solo de los adversarios de Keynes, sino de los Reagan y Thatcher. Lo interesante es, sin embargo, que esta idea que al parecer se atribuye a la reacción, es precisamente una idea clave de Marx. Marx ve en la ganancia el estímulo principal, el acicate que estimula la acumulación, o sea, las inversiones. Y como las inversiones son las que crean puestos de trabajo, que se mantengan (y se incrementen incluso) las ganancias del capital es fundamental para que se creen puestos de trabajo. Marx explicó muy bien todo eso en varias partes de su obra, especialmente al ocuparse del proceso de acumulación del capital (en el capítulo 25 del tomo I de El Capital).
Las consecuencias de eso para la política sindical son peliagudas, porque indudablemente la lucha de los asalariados por mejores condiciones de trabajo recorta las ganancias del capital y en alguna medida crea condiciones para el aumento del desempleo. En épocas de crisis económica cuando el desempleo se generaliza, la alternativa es, o agachar la cabeza y aceptar una mayor explotación, lo que podría facilitar quizá la recuperación económica, o luchar por mantener los salarios y las conquistas sociales, lo que probablemente prolongará la crisis. Si se parte de una visión en la que lo que prima es la lucha contra el sistema de explotación, se optará por lo segundo. Lo que no se puede hacer es promover a la vez los intereses de los asalariados y los intereses del sistema.
Lamentablemente, desde época inmemorial los sindicatos en general han negado esa realidad mediante una visión subconsumista de las crisis económicas. En la perspectiva subconsumista, que Keynes heredó de Malthus, y que tan frecuente es entre “gente de izquierda”, la falta de poder adquisitivo de “los consumidores” reduce la demanda efectiva y es la causa de que acabe la expansión y comience la recesión. Reclamar aumentos salariales que van a favor de los intereses de clase, sería así también apropiado como política para resolver la crisis. Lo que es bueno para los trabajadores, mejores salarios, sería también bueno para el sistema, que se recuperará antes de la crisis. Esa visión que es propia de Keynes y de la socialdemocracia europea, y quizá también, en algún aspecto, del jóven Marx que escribió el Manifiesto comunista con Engels, no es la del Marx economista “rojo” que escribió El capital, donde la rentabilidad empresarial (o sea, las “rentas del capital”) es el principal determinante de la inversión, que es a su vez el principal determinante del estado de expansión o contracción del sistema.
En un pasaje a menudo citado del tomo II de El capital (capítulo 20, cito en la traducción de W. Roces), Marx afirma que el hecho de que las mercancías queden invendibles durante las crisis:
“… quiere decir sencillamente que no se encuentran compradores o, lo que tanto vale, consumidores solventes para ellas (lo mismo si las mercancías se destinan en última instancia al consumo productivo que si se destinan al consumo individual). Y si se pretende dar a esta perogrullada una apariencia de razonamiento profundo, diciendo que la clase obrera percibe una parte demasiado pequeña de su propio producto y que este mal puede remediarse concediéndole una parte mayor, es decir, haciendo que aumenten sus salarios, cabe observar que las crisis van precedidas siempre, precisamente, de un período de subida general de los salarios, en que la clase obrera obtiene realmente una mayor participación en la parte del producto anual destinada al consumo. En rigor, según los caballeros del santo y “sencillo” (!) sentido común, estos períodos parece que debieran, por el contrario, alejar la crisis. Esto quiero decir, pues, que la producción capitalista implica condiciones independientes de la buena o la mala voluntad de los hombres, que sólo dejan un margen momentáneo a aquella prosperidad relativa de la clase obrera, que es siempre, además, un pájaro agorero de la crisis.”
Lamentablemente, durante la segunda mitad del siglo XX la (con)fusión del keynesianismo con las ideas de Marx fue muy frecuente, alimentada en buena parte por los trabajos de Baran y Sweezy. Y dado lo complicadas que son las cuestiones económicas y lo arduos que son los textos económicos de Marx y Keynes, no parece que esa confusión vaya a resolverse a corto plazo.
José A. Tapia Granados es investigador en el Institute for Social Research de la Universidad de Michigan, Ann Arbor.
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www.sinpermiso.info, 7 marzo 2010
13.3.10
11.3.10
POR HAITÍ Y CHILE
Muchos de estos artistas son del clan estefan, siempre participan en canciones solidarias, no digo que esto este mal, pero cuando el ataque de el 11 de setiembre, cantaron en la casa blanca una cancion por los caídos y cuando los USA respondieron con ataques y bombas a AFGANISTAN para encontrar a Osama bin Laden mataron a miles de niños y mujeres ,estos mismos artistas no dijeron nada en solidaridad para con los caidos en medio oriente,¿o es que papa Bush les corto la lengua?
COMO PARA VOLVERSE LOCO.
EN ESPAÑA Y SOBRE TODO EN JEREZ DE LA FRONTERA.
Voy camino a mi casa con un hambre que me come y zumban en mis oídos una y otra vez las noticias del día, que si trabajadores de empresas que prestan servicios al Ayuntamiento no cobran, que el 90% de los daños de las riadas del Guadalete se podrían haber evitado con la limpieza del río, que si ya hemos alcanzado los 30.000 parados, si, si en Jerez da la Frontera, que la deuda del Ayuntamiento con la Seguridad Social es de 60 millones de Euros (10.000 millones de las antiguas pesetas), que si la retirada de las fotos relacionadas con el caso Gürtel ha devuelto al primer plano de la actualidad a la trama de corrupción y a sus principales implicados, entre ellos el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps del PP.,que el ex director general de la Guardia Civil Luís Roldán en aquellos momentos del PSOE, condenado a 31 años de prisión por cohecho, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos, estafa y delito contra la Hacienda Pública, obtendrá la libertad definitiva el próximo viernes 19, que un día como hoy aniversario del tan horrendo acto terrorista,el PP sigue sin asumir los resultados de las investigaciones oficiales del 11 M. mareando aún más la perdiz y hurgando permanentemente en la herida de los afectados y familiares, en fin como para volverse loco. Pero después de todo esto y dándole vueltas al coco termino quedándome perplejo, no comprendiendo como las gentes una y otra vez terminan votando a este dúo de partidos, cuando tanto uno como el otro, un día sí y otro también nos despiertan con alguna sorpresas no gratificantes que por una cosa u otra y como por obra de magia terminan robándonos la cartera y lo peor del caso es que a veces incluso se les ríe tan desagradables acciones, quizás sin darnos cuenta de que los dineros que manejan los políticos salen del esfuerzo de todos los españoles y principalmente de los ciudadanos mas débiles económicamente, pues en este país no paga más el que más tiene sino el que menos puede.
Yo creo que otra forma de gobernar es posible donde la justicia y la cordura se imponga y acabemos de una vez con las manipulaciones y los abusos.
Voy camino a mi casa con un hambre que me come y zumban en mis oídos una y otra vez las noticias del día, que si trabajadores de empresas que prestan servicios al Ayuntamiento no cobran, que el 90% de los daños de las riadas del Guadalete se podrían haber evitado con la limpieza del río, que si ya hemos alcanzado los 30.000 parados, si, si en Jerez da la Frontera, que la deuda del Ayuntamiento con la Seguridad Social es de 60 millones de Euros (10.000 millones de las antiguas pesetas), que si la retirada de las fotos relacionadas con el caso Gürtel ha devuelto al primer plano de la actualidad a la trama de corrupción y a sus principales implicados, entre ellos el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps del PP.,que el ex director general de la Guardia Civil Luís Roldán en aquellos momentos del PSOE, condenado a 31 años de prisión por cohecho, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos, estafa y delito contra la Hacienda Pública, obtendrá la libertad definitiva el próximo viernes 19, que un día como hoy aniversario del tan horrendo acto terrorista,el PP sigue sin asumir los resultados de las investigaciones oficiales del 11 M. mareando aún más la perdiz y hurgando permanentemente en la herida de los afectados y familiares, en fin como para volverse loco. Pero después de todo esto y dándole vueltas al coco termino quedándome perplejo, no comprendiendo como las gentes una y otra vez terminan votando a este dúo de partidos, cuando tanto uno como el otro, un día sí y otro también nos despiertan con alguna sorpresas no gratificantes que por una cosa u otra y como por obra de magia terminan robándonos la cartera y lo peor del caso es que a veces incluso se les ríe tan desagradables acciones, quizás sin darnos cuenta de que los dineros que manejan los políticos salen del esfuerzo de todos los españoles y principalmente de los ciudadanos mas débiles económicamente, pues en este país no paga más el que más tiene sino el que menos puede.
Yo creo que otra forma de gobernar es posible donde la justicia y la cordura se imponga y acabemos de una vez con las manipulaciones y los abusos.
10.3.10
LA FRASE DEL AÑO
“En el mundo actual, se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos
para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del
Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y
viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven”.
Atribuida a Jean-Marie Gustave Le Clézio, premio Nobel de literatura 2008
para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del
Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y
viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven”.
Atribuida a Jean-Marie Gustave Le Clézio, premio Nobel de literatura 2008
9.3.10
LA FRASE DEL DÍA
No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética.
Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos...
(Martin Luther King)
Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos...
(Martin Luther King)
8.3.10
DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA 8 DE MARZO 2010
Os recomiendo la lectura de la Revista Trabajadora y pongo su enlace:
http://www.ccoo.es/comunes/temp/recursos/1/360261.pdf
Toda la vida trabajando
ÁNGELES CASO 08/03/2010
Hacia 1670, la ciudad de Florencia realizó un censo de población. Los pliegos minuciosos de ese catálogo ofrecen un dato que, observado desde los estereotipos de nuestra mentalidad, resulta sorprendente: el 73% de las mujeres de más de 12 años trabajaba.
Las mujeres, aunque no en las profesiones prestigiosas y bien remuneradas, han trabajado siempre
Más asombrosa aún parece la lista de oficios que desempeñaban, según consta en ese censo y en otros muchos realizados a lo largo de los siglos en las ciudades europeas: esas trabajadoras no eran sólo criadas, bordadoras o costureras, siguiendo la tradición que asocia a las mujeres a las tareas que emanan del ámbito doméstico.
En el París de finales del XIII, por ejemplo, las mujeres participaban en 86 de las 100 profesiones mencionadas en el famoso Livre des métiers (Libro de los oficios). En el siglo XV, el sector de la construcción de Würtzburg estaba dominado por ellas (2.500 jornaleras de albañilería y carpintería frente a 750 jornaleros), y en otras muchas ciudades era habitual la presencia de muchachas fuertes y vivaces golpeando en las forjas o conduciendo las carretas.
La idea de que las mujeres han permanecido durante toda la historia recluidas en sus casas, cuidando devotamente de sus hijos y maridos y ocupándose de la comida y la limpieza, no deja de ser una visión errónea difundida por los patriarcales historiadores del siglo XIX, partidarios como buenos burgueses del mito del "ángel del hogar". Ese mito, que triunfó como ideal de las clases medias alentadas por el capitalismo, fue mantenido durante décadas por una historiografía de visión limitada, que centró su interés casi en exclusiva en los grupos dominantes, es decir, los poderosos y los ricos, y de entre ellos, preferentemente, los varones.
Por supuesto que las damas privilegiadas no trabajaban: las manos finas y suaves, no alteradas por ninguna actividad que significase esfuerzo, fueron siempre símbolo del esplendor familiar. Pero la inmensa mayoría de la población, a lo largo de los siglos, no ha sido ni rica ni poderosa. Y ahí las mujeres trabajaron siempre, por deseo y costumbre y también por necesidad.
Sabemos que en el campo -donde han vivido la mayor parte de los europeos hasta tiempos recientes-, las mujeres se han esforzado tanto como sus maridos. Pero también en las ciudades han ejercido toda clase de profesiones. En la sociedad pre-industrial, donde la producción se basaba en células familiares, a menudo compartían el oficio con sus padres y esposos. Eran taberneras y hosteleras, buhoneras y vendedoras. Eran artesanas de todo tipo. Costureras y orfebres, sombrereras y zapateras. Hilanderas y tejedoras. Lavanderas y planchadoras. Actrices, cantantes y bailarinas. Curanderas y parteras. Celestinas y prostitutas. Y criadas por millones, formando auténticos ejércitos de niñas y mujeres que nutrieron durante siglos -y aún lo hacen- los escalones más bajos del servicio doméstico.
La Revolución Industrial transformó desde mediados del siglo XIX los modos económicos tanto como la sociedad. Las familias dejaron de ser los núcleos básicos de producción y los centros de trabajo se desplazaron lejos de los hogares, obligando a muchas mujeres a elegir -cuando se podían permitir elegir- entre ganar dinero o quedarse a cuidar de los niños y ancianos. Infinidad de jóvenes y adultas desprotegidas se vieron obligadas a trabajar en peores condiciones que nunca, ocupando los puestos menos remunerados de las oficinas, los grandes almacenes y las fábricas. ¿Acaso no conmemoramos hoy, en el Día de la Mujer, la muerte de 140 trabajadoras a principios del siglo XX, durante el incendio provocado de una fábrica textil de Nueva York? ¿Qué hacían esas mujeres trabajando? ¿Por qué no estaban en sus casas, como muchos historiadores y el tópico tan extendido quieren?
No es cierto, como se suele afirmar, que las mujeres se hayan incorporado al mercado de trabajo en tiempos recientes. La inmensa mayoría de cuantas han poblado la Tierra trabajaron toda la vida, deslomándose sobre las huertas y en los establos, quedándose ciegas ante los paños que bordaban para otras, despellejándose las manos en el agua helada, deshaciéndoseles la columna bajo el peso de las cestas cargadas de productos de los que ellas nunca gozarían.
Y todo eso, por supuesto, a cambio de mucho menos dinero que los hombres: como ejemplo con validez universal, el de las albañiles de Würtzburg, que ganaban una media de 7,7 peniques, frente a los 11,6 de sus compañeros varones.
Y, a la vez, obligadas a mantenerse alejadas durante siglos de la sabiduría y el poder, de las profesiones prestigiosas y bien remuneradas: el nacimiento a finales del siglo XI de las primeras universidades europeas, controladas a lo largo de mucho tiempo por la siempre misógina Iglesia, empujó sin miramientos a todo el sexo femenino al extrarradio económico e intelectual de la sociedad, condenándolo a ocupar sus rangos ínfimos o a optar por una odiosa dependencia.
Ése es el camino que hemos recorrido, decidida y firmemente, en las últimas décadas, el de la notoriedad profesional. Pero de trabajar, lo que es de trabajar, que no nos hablen, que de eso sabemos mucho desde siempre.
Ángeles Caso, licenciada en Historia del Arte y escritora.
7.3.10
5.3.10
La escala de la supervivencia. El factor primario: Porqué el capitalismo hace la guerra y no el amor
Contrariamente a lo que predican analistas y modernos sacerdotes pacifistas del sistema, el ideario de realización de la civilización imperial capitalista no se basa en la búsqueda de la (idílica) "paz social", sino en la búsqueda de la (pragmática) guerra militar como factor primario de dominación y control a escala global. El capitalismo solo hace la "paz" cuando tiene ganada la guerra.
Por Manuel Freytas (*)
Informe especial
La "paz social" (substancia matriz del "sistema democrático" de dominio vigente) no surge a priori como un objetivo, sino como un resultante exitoso del control militar sobre las resistencias sociales que el sistema capitalista establece para mantener sus estrategias de explotación del hombre por el hombre y de concentración de riqueza en pocas manos.
"Hacer el amor y no la guerra", es un mito pacifista que se subvierte dentro de la necesidad histórica del sistema capitalista de lanzarguerras militares permanentes como método de conquista y apropiación primaria de mercados y de materias primas para el sostenimiento de su estructura económica productiva imperial.
El sistema capitalista (producto histórico de la dominación del hombre por el hombre) no se alimenta de la paz sino de la guerra concebida como el primer escalón de las políticas y estrategias de dominación (sustento de la explotación económica) a escala global.
Es más, los propios procesos históricos ya incorporaron la "economía de guerra" (emergente de la industria de la guerra) como un segmento clave de la economía capitalista que en caso de colapsar arrastraría consigo a todo el sistema a escala global.
La guerra y el dominio
La historia de la humanidad, es lahistoria de la conquista y de la dominación del hombre por el hombreen distintas etapas y grados de evolución transformacional que transcurren de lo simple a lo complejo.
El control del oponente es la base del dominio, a nivel del hombre y su entorno primero, y de los sistemas (políticos, económicos y sociales) que rigen las sociedades, después.
Cuando el primer hombre primitivo controló y dominó por medio de la fuerza a otro, estaba estableciendo el principio de la dominación del hombre por el hombre que rigió el desarrollo de todas las civilizaciones imperialistas conocidas hasta ahora, y cuya máxima expresión de desarrollo estratégico se da con el sistema capitalista.
La búsqueda del control y del dominio, a su vez, definen el carácter imperialista de las distintas civilizaciones (incluida la capitalista) que fueron marcando la evolución y el trazado de la historia humana a partir del dominio hegemónico.
Las distintas "civilizaciones" a lo largo de la historia no fueron producto de la libre creación del espíritu y de la mente humana, sino un emergente de estrategias y políticas orientadas a la conquista (militar, económica, política y social) de las clases más poderosas sobre los estamentos más débiles de la población humana.
La guerra, el uso y el control del poder militar, la capacidad de destrucción masiva, fue el factor primario que posibilitó (por medio de la conquista) que grupos reducidos de individuos (las "clases dominantes") impusieran su voluntad sobre las mayorías y las condenaran a la servidumbre y el esclavismo.
Desde la antigüedad, pasando por Grecia y Roma hasta el "sistema capitalista", las guerras fueron herramientas estratégicas (claves) para la construcción de los distintos sistemas de dominio basados en el control masivo de poblaciones para concentrar (por medio de la explotación del trabajo social) poder y riquezas económicas.
Históricamente, los "ricos" (la concentración del poder económico) no nacieron de un repollo, sino que son el emergente evolutivo y transformacional de un sistema de dominio del hombre por el hombre (el control y el dominio sobre los "pobres") que descansa en última instancia en la concentración del poder militar y en la capacidad para hacer la guerra.
Si EEUU no contara con la maquinaria nuclear militar del Pentágono, cinco flotas (aviones, barcos y submarinos) con poder nuclear y 800 bases militares distribuidas por todo el planeta con capacidad de destruir varias veces la tierra, su poderío imperial económico financiero no hubiera podido existir.
El dólar no es la "moneda patrón" del sistema capitalista por méritos propios, sino porque detrás suyo se encolumna el poderío nuclear militar de EEUU que oficia de gendarme armado para el sostén del sistema.
En un escenario siempre mutante y constante, las guerras (imperiales) evolucionaron de la colonización militar a la colonización de cerebros, sin perder su objetivo primario de conquistar y controlar para dominar.
Por eso la dinámica funcional de la historia humana (en todos sus estadios) se rige por las estrategias de control y dominación desarrolladas por medio de las guerras imperiales.
Y contrariamente a lo que predican los modernos "pacifistas" a ultranza, las guerras no se hacen para matar sino que se hacen para controlar y dominar. Las masacres militares no son un objetivo a priori, sino un resultante del objetivo a priori de la búsqueda del control y del dominio militar.
O sea que, en primer lugar, y según lo que surge como comprobación fáctica y estadística de cualquier estudio estratégico,las guerras imperiales no se hacen para matar, sino para controlar y dominar.
En segundo lugar, la destrucción material y los genocidios humanos que producen las guerras (de conquista imperial) vienen comoconsecuencia de la búsqueda de control y dominio sobre un oponente que resiste, y no al revés.
Por lo tanto, las guerras (de conquista imperial) no se planifican para matar, sino para apoderarse de un objetivo estratégicosiguiendo la motivación imperialista central de controlar para dominar, y su concepto de aplicación va desde territorios hasta sociedades y hombres.
Toda acción de dominación del hombre por el hombre (implícita en la guerra de conquista imperial) se rige por un axioma estratégico: para dominar, primero hay que controlar por medio de la guerra.
El que planea una guerra de conquista no lo hace para destruir, sino que lo hace con un objetivo estratégico de controlar y dominar blancos de apoderamiento trazados de antemano, sean territorios (guerra militar), recursos económicos y mercados (guerra económica), países y sociedades (guerra social), o mentes (guerra psicológica).
Al contrario de lo que cree la mayoría, el resultado exitoso de las guerras no se mide por la destrucción militar, sino por laconsecución de los objetivos con el menor costo de destrucción física o de vidas humanas.
Vale como ejemplo la operación militar Plomo Sólido que Israel lanzó sobre Gaza, en enero pasado, que fue lanzada para controlar y/o exterminar a Hamás, pero terminó en una derrota y en un fracaso internacional para el estado judío por la masacre de civiles inocentes y la destrucción de infraestructura en la que derivó.
La guerra por otras vías
Desde la prehistoria hasta la actualidad, todas las civilizaciones dominantes se valieron de la guerra imperialista para controlar y dominar:
A) Territorios (conquista territorial) = Control político
B) Recursos naturales(conquista de recursos) =Control económico
C) Sociedades (conquista de las sociedades) = Control social
D) Individuos (conquista de las mentes) = Control ideológico
Los imperios antiguos (Grecia, Roma) sólo habían llegado a laconquista territorial (guerra militar) y a la conquista de recursos(guerra económica), y apenas habían tocado el primer estadio de laguerra social (conquista de la sociedad), imponiendo sus idiomas o sus creencias religiosas en los territorios conquistados (caso del latín con Roma, o caso de la religión católica con los imperios de la Edad Media).
Con el Imperio del sistema capitalista, la guerra por el dominio y el control completa el ciclo evolutivo con la guerra social (conquista de las sociedades) y la guerra psicológica (conquista de las mentes).
Esta instancia de guerra por el control y el dominio de las sociedades y de las mentes, se posibilita por el advenimiento de la Revolución Industrial en el siglo XIX, que luego condujo a la Revolución Tecnológica e Informática del siglo XX.
Es decir que la guerra por el dominio y control de las sociedades y de las mentes, sólo se produjo a partir de la interacción funcional de la tecnología mediática (medios de comunicación) y de lainformática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de control y dominio mediante una estrategia comunicacional.
Esos tres factores (medios de comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales) posibilitaron que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.
Porqué el capitalismo no puede prescindir de la guerra militar
El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a laGuerra Psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW (Guerra de Cuarta Generación), a la que se agrega una variante"contraterrorista" tras los ataques explosivos del 11-S en EEUU.
De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano, la "Guerra Psicológica" (con su variante la"Guerra Contraterrorista") conforma la columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.
La Guerra Psicológica define el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.
¿Y porqué en este estadio avanzado del control social sin el uso de las armas el capitalismo no puede prescindir del uso de la guerra militar?
Por tres razones precisas que la justifican:
A) Las guerras y los conflictos militares alimentan a los complejos militares y la industria bélica (con facturación billonaria) constituida en la pata complementaria de la rentabilidad capitalista trasnacional.
B) Los conflictos intercapitalistas por petróleo y recursos estratégicos esenciales para la supervivencia futura de la potencias sólo se resuelven en última instancia (y a nivel de desenlace) por la guerra militar.
C) Solamente el aparato y el arsenal militar nuclear garantizan efectivamente la supervivencia del Estado imperial y de las potencias centrales, que sin la supremacía del poder militar serían engullidos y destruidos por el resto de los países que integran el sistema a nivel planetario.
Esta realidad fáctica, entre una multiplicidad de factores interactivos, explica porqué el capitalismo (hasta su desaparición) está centralmente determinado por la guerra militar como factor primario de dominio y de preservación de su sistema económico de explotación del hombre por el hombre.
En este escenario, marcado por las leyes y contradicciones de su propia supervivencia, el sistema capitalista está condenado a vivir en la "guerra permanente", y, consecuentemente solo hay "paz" en el microchip instalado en el cerebro de los colonizados mediáticos que alimentan la rueda del dominio sin el uso de las armas.
*****
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Por Manuel Freytas (*)
Informe especial
La "paz social" (substancia matriz del "sistema democrático" de dominio vigente) no surge a priori como un objetivo, sino como un resultante exitoso del control militar sobre las resistencias sociales que el sistema capitalista establece para mantener sus estrategias de explotación del hombre por el hombre y de concentración de riqueza en pocas manos.
"Hacer el amor y no la guerra", es un mito pacifista que se subvierte dentro de la necesidad histórica del sistema capitalista de lanzarguerras militares permanentes como método de conquista y apropiación primaria de mercados y de materias primas para el sostenimiento de su estructura económica productiva imperial.
El sistema capitalista (producto histórico de la dominación del hombre por el hombre) no se alimenta de la paz sino de la guerra concebida como el primer escalón de las políticas y estrategias de dominación (sustento de la explotación económica) a escala global.
Es más, los propios procesos históricos ya incorporaron la "economía de guerra" (emergente de la industria de la guerra) como un segmento clave de la economía capitalista que en caso de colapsar arrastraría consigo a todo el sistema a escala global.
La guerra y el dominio
La historia de la humanidad, es lahistoria de la conquista y de la dominación del hombre por el hombreen distintas etapas y grados de evolución transformacional que transcurren de lo simple a lo complejo.
El control del oponente es la base del dominio, a nivel del hombre y su entorno primero, y de los sistemas (políticos, económicos y sociales) que rigen las sociedades, después.
Cuando el primer hombre primitivo controló y dominó por medio de la fuerza a otro, estaba estableciendo el principio de la dominación del hombre por el hombre que rigió el desarrollo de todas las civilizaciones imperialistas conocidas hasta ahora, y cuya máxima expresión de desarrollo estratégico se da con el sistema capitalista.
La búsqueda del control y del dominio, a su vez, definen el carácter imperialista de las distintas civilizaciones (incluida la capitalista) que fueron marcando la evolución y el trazado de la historia humana a partir del dominio hegemónico.
Las distintas "civilizaciones" a lo largo de la historia no fueron producto de la libre creación del espíritu y de la mente humana, sino un emergente de estrategias y políticas orientadas a la conquista (militar, económica, política y social) de las clases más poderosas sobre los estamentos más débiles de la población humana.
La guerra, el uso y el control del poder militar, la capacidad de destrucción masiva, fue el factor primario que posibilitó (por medio de la conquista) que grupos reducidos de individuos (las "clases dominantes") impusieran su voluntad sobre las mayorías y las condenaran a la servidumbre y el esclavismo.
Desde la antigüedad, pasando por Grecia y Roma hasta el "sistema capitalista", las guerras fueron herramientas estratégicas (claves) para la construcción de los distintos sistemas de dominio basados en el control masivo de poblaciones para concentrar (por medio de la explotación del trabajo social) poder y riquezas económicas.
Históricamente, los "ricos" (la concentración del poder económico) no nacieron de un repollo, sino que son el emergente evolutivo y transformacional de un sistema de dominio del hombre por el hombre (el control y el dominio sobre los "pobres") que descansa en última instancia en la concentración del poder militar y en la capacidad para hacer la guerra.
Si EEUU no contara con la maquinaria nuclear militar del Pentágono, cinco flotas (aviones, barcos y submarinos) con poder nuclear y 800 bases militares distribuidas por todo el planeta con capacidad de destruir varias veces la tierra, su poderío imperial económico financiero no hubiera podido existir.
El dólar no es la "moneda patrón" del sistema capitalista por méritos propios, sino porque detrás suyo se encolumna el poderío nuclear militar de EEUU que oficia de gendarme armado para el sostén del sistema.
En un escenario siempre mutante y constante, las guerras (imperiales) evolucionaron de la colonización militar a la colonización de cerebros, sin perder su objetivo primario de conquistar y controlar para dominar.
Por eso la dinámica funcional de la historia humana (en todos sus estadios) se rige por las estrategias de control y dominación desarrolladas por medio de las guerras imperiales.
Y contrariamente a lo que predican los modernos "pacifistas" a ultranza, las guerras no se hacen para matar sino que se hacen para controlar y dominar. Las masacres militares no son un objetivo a priori, sino un resultante del objetivo a priori de la búsqueda del control y del dominio militar.
O sea que, en primer lugar, y según lo que surge como comprobación fáctica y estadística de cualquier estudio estratégico,las guerras imperiales no se hacen para matar, sino para controlar y dominar.
En segundo lugar, la destrucción material y los genocidios humanos que producen las guerras (de conquista imperial) vienen comoconsecuencia de la búsqueda de control y dominio sobre un oponente que resiste, y no al revés.
Por lo tanto, las guerras (de conquista imperial) no se planifican para matar, sino para apoderarse de un objetivo estratégicosiguiendo la motivación imperialista central de controlar para dominar, y su concepto de aplicación va desde territorios hasta sociedades y hombres.
Toda acción de dominación del hombre por el hombre (implícita en la guerra de conquista imperial) se rige por un axioma estratégico: para dominar, primero hay que controlar por medio de la guerra.
El que planea una guerra de conquista no lo hace para destruir, sino que lo hace con un objetivo estratégico de controlar y dominar blancos de apoderamiento trazados de antemano, sean territorios (guerra militar), recursos económicos y mercados (guerra económica), países y sociedades (guerra social), o mentes (guerra psicológica).
Al contrario de lo que cree la mayoría, el resultado exitoso de las guerras no se mide por la destrucción militar, sino por laconsecución de los objetivos con el menor costo de destrucción física o de vidas humanas.
Vale como ejemplo la operación militar Plomo Sólido que Israel lanzó sobre Gaza, en enero pasado, que fue lanzada para controlar y/o exterminar a Hamás, pero terminó en una derrota y en un fracaso internacional para el estado judío por la masacre de civiles inocentes y la destrucción de infraestructura en la que derivó.
La guerra por otras vías
Desde la prehistoria hasta la actualidad, todas las civilizaciones dominantes se valieron de la guerra imperialista para controlar y dominar:
A) Territorios (conquista territorial) = Control político
B) Recursos naturales(conquista de recursos) =Control económico
C) Sociedades (conquista de las sociedades) = Control social
D) Individuos (conquista de las mentes) = Control ideológico
Los imperios antiguos (Grecia, Roma) sólo habían llegado a laconquista territorial (guerra militar) y a la conquista de recursos(guerra económica), y apenas habían tocado el primer estadio de laguerra social (conquista de la sociedad), imponiendo sus idiomas o sus creencias religiosas en los territorios conquistados (caso del latín con Roma, o caso de la religión católica con los imperios de la Edad Media).
Con el Imperio del sistema capitalista, la guerra por el dominio y el control completa el ciclo evolutivo con la guerra social (conquista de las sociedades) y la guerra psicológica (conquista de las mentes).
Esta instancia de guerra por el control y el dominio de las sociedades y de las mentes, se posibilita por el advenimiento de la Revolución Industrial en el siglo XIX, que luego condujo a la Revolución Tecnológica e Informática del siglo XX.
Es decir que la guerra por el dominio y control de las sociedades y de las mentes, sólo se produjo a partir de la interacción funcional de la tecnología mediática (medios de comunicación) y de lainformática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de control y dominio mediante una estrategia comunicacional.
Esos tres factores (medios de comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales) posibilitaron que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.
Porqué el capitalismo no puede prescindir de la guerra militar
El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a laGuerra Psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW (Guerra de Cuarta Generación), a la que se agrega una variante"contraterrorista" tras los ataques explosivos del 11-S en EEUU.
De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano, la "Guerra Psicológica" (con su variante la"Guerra Contraterrorista") conforma la columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.
La Guerra Psicológica define el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.
¿Y porqué en este estadio avanzado del control social sin el uso de las armas el capitalismo no puede prescindir del uso de la guerra militar?
Por tres razones precisas que la justifican:
A) Las guerras y los conflictos militares alimentan a los complejos militares y la industria bélica (con facturación billonaria) constituida en la pata complementaria de la rentabilidad capitalista trasnacional.
B) Los conflictos intercapitalistas por petróleo y recursos estratégicos esenciales para la supervivencia futura de la potencias sólo se resuelven en última instancia (y a nivel de desenlace) por la guerra militar.
C) Solamente el aparato y el arsenal militar nuclear garantizan efectivamente la supervivencia del Estado imperial y de las potencias centrales, que sin la supremacía del poder militar serían engullidos y destruidos por el resto de los países que integran el sistema a nivel planetario.
Esta realidad fáctica, entre una multiplicidad de factores interactivos, explica porqué el capitalismo (hasta su desaparición) está centralmente determinado por la guerra militar como factor primario de dominio y de preservación de su sistema económico de explotación del hombre por el hombre.
En este escenario, marcado por las leyes y contradicciones de su propia supervivencia, el sistema capitalista está condenado a vivir en la "guerra permanente", y, consecuentemente solo hay "paz" en el microchip instalado en el cerebro de los colonizados mediáticos que alimentan la rueda del dominio sin el uso de las armas.
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(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
1.3.10
LA TASA ROBIN HOOD
La tasa Robin Hood
"La idea es sencilla: un pequeñísimo impuesto (0,05%) sobre las transacciones financieras especulativas. El resultado: hasta 400.000 millones de dólares para luchar contra la pobreza -dentro y fuera de Europa- y la adaptación al cambio climático. Simple y brillante. Y posible, de verdad."
Creo que esta idea ya existe: Tasa Tobin
La tasa Tobin es una propuesta de impuesto sobre el flujo de capitales en el mundo sugerido a iniciativa del economista James Tobin en el año 1971, quien recibió el Premio Nobel de Economía en 1981, cuya instauración a nivel internacional ha sido propuesta e impulsada por el movimiento ATTAC, personalidades como Ignacio Ramonet y que, con motivo de la crisis económica de 2008-2010, está siendo considerada su implantación.
La Tasa Tobin consiste en pagar un impuesto cada vez que se produce una operación de cambio entre [[divisas]], para frenar el paso de una moneda a otra y para, en palabras de Tobin, "echar arena en los engranajes demasiado bien engrasados" de los mercados monetarios y financieros internacionales. La tasa debía ser baja, en torno al 0,1%, para penalizar solamente las operaciones puramente especulativas de ida y vuelta a muy corto plazo entre monedas, y no a las inversiones.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ([[UNCTAD]]) concluyó que la tasa Tobin permitiría recaudar 720.000 millones de dólares anuales, distribuibles a partes iguales entre los gobiernos recaudadores y los países más pobres. Por su parte, el [[PNUD]] afirma que con el 10% de la suma recaudada sería posible proporcionar atención sanitaria a todos los habitantes del planeta, suprimir las formas graves de [[malnutrición]] y proporcionar [[agua potable]] a todo el mundo, y que con un 3%, se conseguiría reducir a la mitad la tasa de [[analfabetismo]] presente en la población adulta, universalizando asimismo la [[enseñanza primaria]].
Aunque la tasa Tobin está orientada a la amplitud de transacciones comerciales internacionales, si consideramos reducir el espectro de su aplicación, desde la amplitud del comercio, de la economía real, al campo exclusivo de las transacciones financieras de carácter especulativo, se crearía una importante diferencia. Hay quien opina que la tasa Tobin devendría así en un instrumento de control de la actividad especulativa -basada en instrumentos financieros complejos, de alto riesgo y alta volatilidad. La [[crisis económica de 2008-2010]], provocada por las inversiones de alto riesgo a largo plazo, financiadas con deuda a corto plazo, muestran que la tasa Tobin podría convertirse en un instrumento estabilizador que podría evitar crisis económicas.
Se cree que el FMI se alejará de la idea de James Tobin de gravar las transacciones financieras y preferirá proponer una tasa sobre otras variables, como los beneficios de los bancos, su volumen de negocio o las remuneraciones de su personal.
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